martes, 5 de febrero de 2013

Capitulo 6: La hora de las mentiras ♥




La mañana siguiente Laura y yo nos levantamos un poco tarde pues estábamos cansadas por lo de anoche y todavía seguíamos felices con una sonrisa que no podíamos contener. 
Hay que cambiarnos – dijo Laura.
-   ¡No! Quiero estar en pijama – alegue.
-        - (TN) recuerda que en este lugar no podemos estar en fachas, debemos estar de lo más presentables – dijo Laura.
-         -- Aja claro, también como John, Paul, Ringo y GEORGE son nuestros vecinos verdad – dije riendo.
-         -   Shh cállate – dijo Laura riendo mientras se acomodaba el cabello.
-          - Okay vamos – conteste.
Laura y yo nos cambiamos lo mejor posible, no nos importaba vestir de una manera diferente pues esa ropa nos hacía sentir cómodas. Cuando nos estábamos dirigiendo a la sala tocaron la puerta.
-         -  ¿Quién? – grite.
-         - Paquete para las señoritas Jones – contestaron desde la puerta.
-         -  Abre tú – me dijo Laura.
Me pare y abrí. No había nadie solo una canasta en el suelo con despensa.
-          - Mmm – murmure. - ¿Qué es esto?
-         - ¡SORPRESA! – grito Ringo saliendo de los arbustos.
-          - Ringo ¡Hola! – dije y lo abrace. - ¡Que susto me diste!
-         -  Jaja lo siento – dijo.
-    - ¿(TN) que paso? – pregunto Laura mientras llegaba. – ¡Ringo hola! – exclamo mientras habría los brazos para abrazar a su amigo.

-         -  ¡Laura! ¿Qué tal? – dijo Ringo feliz. 
-          - ¿Y esto? – pregunte señalando la canasta.
-       -  Es un presente de parte nuestra, Paul y George nos dijeron que ustedes no tenían nada de despensa y John no dudo en comprarles esto. Somos vecinos recuerden que nos tenemos que ayudar – nos guiño el ojo.
-        -  Hay gracias – dijo Laura. – Justamente a eso íbamos.
-       -  Pues llegue a tiempo. Además mis amigos me ha mandado, pues quieren invitarlas a desayunar… ¿Les gustaría?
-          - ¡Claro! – exclamamos.
-         - Pues no se diga más – Ringo sonrío. Entro a la casa y dejo la canasta en la sala, luego nos cogió del brazo como todo un caballero y nos llevo a su casa que estaba al lado “La casa Beatle”. Laura  y yo nos moríamos de placer.
Ringo tomo la llave y abrió la puerta y entro junto con nosotras. Su casa era la más bonita del mundo era amplia, estaba pintada en un color crema con notas musicales color verde, tenía una sala y junto a ella un tocadiscos con muchos Lp’s, su casa estaba dividida en dos partes una era la mitad de John y Ringo; decorada con sus gustos, la otra mitad era la de Paul y George, baños, cocina, comedor, tenían de todo.
-        -   ¡Chicos hemos llegado! – exclamo Ringo.


De la nada John apareció frente a nosotros.
       -  ¡Bienvenidas sean señoritas! Esperamos que su estancia en esta humilde choza sea agradable, tengan cuidado pues tendrán que tratar con un cara de bebé, un comelón, un narizón que ronca y un bohemio loco su servidor – decía John en tono burlón.
          - Ignoren al loco – dijo Paul que salía de la cocina con un mandil negro <<Que sexy se veía>>.
       - ¡Hey! ¡Qué tal! Qué bueno que vinieron – dijo George quien acaba de entrar con unas bolsas en la mano.
         -   Lo mismo digo – dijo Laura.
          - Yo igual – conteste.
          - ¿Les podemos ayudar? – pregunto Laura.
         -  Claro – dijo John. – Si quieres puedes ayudar a George a poner los platos y pelar los pepinos. Mientras Ringo y yo pondremos música, hace falta algo de ambiente.
         -  ¡Pepinos! Claro – dijo emocionada.
        -  Pues ven a ayudarme – dijo George con una gran sonrisa. Y ambos se fueron.
-        - Yo te ayudo en la cocina Paul – dije sonriente.
-     - Claro, justamente te lo iba a pedir – me guiño el ojo. Una vez en la cocina Paul se toco las mejillas y dijo:
         - ¿En serio tengo? 
         - ¿Qué? – pregunte.
         - Cara de bebé – dijo riendo.
      -  Mmm deja veo – toque sus mejillas, eran suaves y calientes, estaba tentada en darle un beso pero me contuve. – Si toda un cara de bebé – dije riendo.
         - Que graciosa – sonrío de manera coqueta.
         - Y yo… ¿De qué tengo cara?
        - De niña mimada – dijo mientras me piñizcaba las mejillas.
         - Oye… - alegue.
         - Solo digo lo que mis ojos ven.
         -  Que observador me salió usted señor McCartney.
Sentí un pequeño calor de mis mejillas; o genial la piel se me iba a alzar, coño como odio que pase eso Paul ni siquiera me piñizco fuerte pero la piel dermografiti es tan delicada que con cualquier cosa se irrita. ¡Fuck!
       -  ¿Te lastime? – me pregunto Paul al ver que mis cachetes se habían puesto color rojo.
-        - No ¿Por?
-    -  Pues mira… tu piel se puso roja como si te hubiese golpeado ¿Segura que no te lastime? – sus delicadas manos sobaron la zona roja de mis mejillas logrando que mi piel se erizara.
-        - Tranquilo Paul es natural, desde pequeña tengo piel dermografiti…
-        - ¿Ah? – abrió los ojos.
-      -   Si, veras ese tipo de piel es muy delicada y por cualquier cosita se irrita, pone roja y se levanta como si fuera un rasguño.
-        -  Dermografiti ya veo… Qué clase de brujería es esa – se rasco la cabeza.
-        - No seas tonto jaja debemos apurarnos – reí minuciosamente.
En lo que la preparamos Paul me arrojaba pequeñas porciones de harina las cuales devolvía y solo se escuchaban risas de nosotros.
- Toma esto - Paul me lanzo un poco de harina y esta callo en mi cabello.
- ¿Ah si?... - tome un poco de harina y se la arroje. - ¡Toma eso Cara de Bebé!
- Jaja eres muy graciosa Niña Mimada - río Paul.
- No tanto como lo es usted señor Cara de Bebé - reí.
- ¿Ahora me llamaras así? - abrió los ojos.
- Mmm probablemente - respondí.
- Pues yo le entro a tu juego ¡NIÑA MIMADA! - dijo con un gran énfasis.
- Ash... me aguantare - tome un tazón para meter la harina. - ¿Les gusta la pasta?
- ¡Nos encanta! - exclamo. 
- Vaya - suspire. <<Cocino para mis chicos wiii>>
- Es un platillo muy rico, además lo comemos algunas veces en casa porque Ringo es vegetariano y no lo queremos hacer sentir incomodo comiendo carne - explico Paul mientras se lavaba el cabello lleno de harina.
¿Ringo vegetariano? Wow esa no me la sabía. Será bueno preguntarles cuáles son sus platillos favoritos.
- Oye... - jale el brazo de Paul.
- Dime... - me miro.
- ¿Cuál es tu comida favorita?
- Es la carne asada - saboreo sus labios <<Que sensual>>
- ¿Y el de George?
- Las hamburguesas, aunque a ese flacucho le gusta todo tipo de comidas jaja - río Paul.
- ¿El de John?
- Los Corn Flakes y los platillos vegetarianos - contesto. - Y antes de que preguntes te diré que los platillos vegetarianos también son los favoritos de Ringo.
- ¿John también es vegetariano? - arrugue la nariz.
- Algo parecido - suspiro.
- Vaya gustos - sonreí.
- ¿Y el tuyo cuál es? - me pregunto.
En realidad no tengo una comida favorita, soy esa clase de chica que le encanta la comida chatarra como la pizza, las hamburguesas y los hot dogs.
- No tengo - suspire.
- Está bien. Oh será mejor que nos apuremos - ordeno Paul.
- Vale - respondí. Nos limpiamos y pusimos manos a la obra.
Entre los dos hicimos una pasta muy rica, la llevamos a la mesa en donde todos nos esperaban; tomamos asiento y nos servimos. Los cuatro hombres de mi vida comiendo conmigo (y Laura) que emoción. De la nada salieron a la mesa un montón de preguntas que ellos nos hacían.
-        - ¿Tocan algún instrumento? – nos pregunto John.
-        - Sí – dijo Laura. – El piano, guitarra, flauta y saxofón.
-      -  Interesante – añadió Ringo. – El saxofón es uno de los instrumentos más fantásticos, es misterioso, entono so, musical y sexy.
-        - Concuerdo contigo Ringo – dijo Laura mientras tomaba un pepino.
-        - Laura es muy buena tocando la guitarra – argumente. – Me supera, pero eso si en el piano le gano. <<En efecto así era>>
-        - ¿Tú tocas el saxofón? -  me pregunto Paul.
-        - Desgraciadamente no pero toco el violín, el saxofón me gusta pero el violín llamo mi atención.
         - Muy bien – dijo George con un poco de salsa en su boca. 
-        - Límpiate mal educado – John le arrojo una servilleta.
-        - Mil disculpas padre John – George limpio su boca con la servilleta. - Me gustaría mucho que nos enseñaran como tocan el saxofón y el violín. 
-    - A mi igual - agrego Ringo.
-    - Será un gran placer - sonrío Laura. - Pero antes debemos practicar un poco, no me gustaría desafinar en plena tocada. Para otra ocasión sera.                                                 
E  En eso John cambio de conversación y otro tema el cuál Laura y yo no sabíamos como contestar.  
-      - Queridas damas claro si se puede quisiera saber un poco más de su familia – dijo John muy interesado.
¡Genial! ahora teníamos que mentir, la verdad estoy muy acostumbrada a decir mentiras… Pero no a mis ídolos, eso se siente feo.
-   - Pues nuestros padres Andrew y Sadie Jones murieron en un fatal accidente de negocios… - dijo Laura seria.
-        - Oh cuanto lo siento – dijo George tomándole la mano a Laura y dirigiéndole a John una mirada fría y seria.
-        - Fue terrible – murmure. – Pero nos hemos repuesto.
-        - Y ¿Han viajado? – pregunto Ringo.
-        - Claro – respondimos. – A…
-        - Canadá, Italia y Paris – dije rápido y con cierto nerviosismo.
-        - Si y a Estados Unidos y México – dijo Laura.
-        - Wow ¡América! – exclamo Paul.
-        - Es un gran país, ya tuve la oportunidad de pasar una temporada en Estados Unidos más no en México. ¡Y amo la comida mexicana!  Mi platillo favorito son esas ricas gorditas de frijol ¿Cierto Paul? – dijo George saboreando.
-        - Claro, bueno George que comida no te gusta – contesto Paul alegre. 
     Mi George comía mucho y siempre se mantenía esbelto, tenía las piernas delgadas <<Mucho a mi parecer>>, pero aún así era sexy y de seguro envidia de muchas mujeres que hacen dietas para mantener la figura. No me considero una chica estricta respecto a lo que como, solo disfruto la comida sin excederme.
-     - ¡Yo también amo la comida mexicana! Solo que no tengo platillo especial – comento Laura.
Entre el desayuno hubo muchas preguntas al igual que mentiras de nuestra vida. Eran tantas que ya no podía seguirles mintiendo así que me levante de la mesa.
-        - Disculpen – dije con pena. Abrí la puerta y salí al jardín.



Mire al cielo y recordé mi casa, mi época y mi antigua vida. Estaba muy feliz de estar con ellos, ser vecinos y estar a su lado justo por tales causas no soportaba mentirles...


2 comentarios:

  1. Empece a leer tu fic y me encanto!
    Ahh es tan fjgjfjgd! (:
    Sigue por fa, me gustan mucho tus capítulos

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  2. Me encanta muy bien la amo me encanta me encanta!!!!!

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